miércoles, 9 de febrero de 2011


El Taller es un espacio de trabajo compartido en donde en lugar de aprender, nos vamos despojando de los obstáculos que nos separan de nosotros mismos.
Porque todos nacemos sabiendo cantar. Y cantar bien, es conocerse bien.

En el Taller hacemos:

- Ejercicios de relajación que nos ayudan a generar un estado de conciencia corporal que nos permite poder conocer nuestros hábitos de postura y favorecer el buen  funcionamiento de nuestra máquina.
- Ejercicios de respiración, que apuntan a desactivar los mecanismos de tensión presentes en los movimientos de aire y la optimización de los mismos como herramientas para potenciar nuestra voz.
- Ejercicios de “vocalización” orientados a entender cómo se mueven los labios, la lengua, los músculos de la cara; también a reconocer el uso de los diferentes lugares en donde la voz resuena, cambia. En fin, es como un exploratorio vocal.
- Ejercicios de dicción para que podamos cantar y que se nos entienda perfectamente y podamos, además, soltar la musculatura que participa en la fonación.

Estos son ejercicios colectivos.

Luego, cada integrante del grupo canta su canción (elegimos una con la cual trabajar al menos 4 o 5 clases) y sobre eso vamos trabajando todos los ítems anteriores más lo que cada uno necesite en forma particular.
En esta parte no hay un plan preestablecido, ya que todos somos diferentes.

La idea del trabajo grupal, y lo maravilloso del Taller, es que podemos afrontar el gran fantasma de la vergüenza por la exposición entre todos y así acompañarnos y divertirnos.

Porque cantar es ante todo la mejor de transformar cualquier estado de ánimo en una alegría contagiosa.